A través de la osteopatía visceral podemos ver la relación existente entre cualquier lesión estructural y como afecta a esta en el sistema visceral.
Las vísceras y los órganos realizan variadas y complejas funciones, pero para ello es indispensable que su funcionamiento se vea acompañado por una buena movilidad entre ellas.
Para explicar esto último pongamos como ejemplo la respiración pulmonar, el cual existe un movimiento diafragmático que mueve y desplaza ascendente y descendentemente todo el sistema visceral.
A lo largo del día, ese movimiento se repite miles de veces, y si por algún motivo, externo o interno se produce una pérdida de movilidad de alguna de estas vísceras u órganos, se producirá una fijación o adherencia visceral, siendo esta la responsable de un círculo vicioso, produciendo una lesión en cadena que puede llegar a producir numerosas lesiones de todo tipo.